A unas semanas de las elecciones intermedias en México, existe cierta tendencia a opinar sobre el abstencionismo, el voto útil y demás fenómenos que suceden en las jornadas electorales en nuestro país.
Desgraciadamente, por que la ley lo indica, no existe una campaña más real y agresiva que permita al votante tomar partido, claro sin contradecirme por lo dicho de que las campañas sucias sólo dividen a la población. El hecho es que si los partidos no hablan de política y sólo de demagogia, las buenas ideas nunca llegan a las cabezas de los votantes y por ende tampoco a los representantes políticos.
Para elegir a un representante se debe votar, si ese representante no te convence o tienes adversión por su postura política, se supone que hay otras opciones, pero resulta que esas opciones son "la misma gata pero revolcada", por lo que confundido ante tanta similitud optas por informarte, como resultado de la información tanto oficial como independiente, obtienes simplemente vagos acercamientos sobre el candidato o nulo conocimiento de la plataforma política del partido. Es entonces que tienes dos opciones, no ir a votar o anular tu voto.
Si después de que YA TE INFORMASTE lo suficiente, te acercaste a las plataformas políticas y no te convencieron es entonces donde tu deber ciudadano debe prevalecer ante todo, debes votar anulando tu voto. Unos dicen y argumentan "pero si anulas tu voto de todos modos llegará el que no te convenció, no importando la legitimidad nula de haber llegado al poder no por mayoría si no por votos anulados". Y esa es una verdad indiscutible, sin embargo se debe demostrar una inconformidad con la clase política y con las reglas de la contienda.
El PRI y el PRD critican a los que anularán su voto, siendo que ese acto es una crítica amplia y dura a estos partidos ante una falta de una oposición REAL a la política panista bastante enfocada en la ligitimidad, la demagogia y la nula preocupación por las clases vulnerables.
Pedimos OPOSICION REAL no chuchos, no dinosaurios, quizá sólo así el voto nulo se convierta en un voto para ellos ¿que no se dan cuenta?
No ir a votar es, al fin de cuentas, dejar a otros la participación que nos toca, mejor anular que no votar.
Desgraciadamente, por que la ley lo indica, no existe una campaña más real y agresiva que permita al votante tomar partido, claro sin contradecirme por lo dicho de que las campañas sucias sólo dividen a la población. El hecho es que si los partidos no hablan de política y sólo de demagogia, las buenas ideas nunca llegan a las cabezas de los votantes y por ende tampoco a los representantes políticos.
Para elegir a un representante se debe votar, si ese representante no te convence o tienes adversión por su postura política, se supone que hay otras opciones, pero resulta que esas opciones son "la misma gata pero revolcada", por lo que confundido ante tanta similitud optas por informarte, como resultado de la información tanto oficial como independiente, obtienes simplemente vagos acercamientos sobre el candidato o nulo conocimiento de la plataforma política del partido. Es entonces que tienes dos opciones, no ir a votar o anular tu voto.
Si después de que YA TE INFORMASTE lo suficiente, te acercaste a las plataformas políticas y no te convencieron es entonces donde tu deber ciudadano debe prevalecer ante todo, debes votar anulando tu voto. Unos dicen y argumentan "pero si anulas tu voto de todos modos llegará el que no te convenció, no importando la legitimidad nula de haber llegado al poder no por mayoría si no por votos anulados". Y esa es una verdad indiscutible, sin embargo se debe demostrar una inconformidad con la clase política y con las reglas de la contienda.
El PRI y el PRD critican a los que anularán su voto, siendo que ese acto es una crítica amplia y dura a estos partidos ante una falta de una oposición REAL a la política panista bastante enfocada en la ligitimidad, la demagogia y la nula preocupación por las clases vulnerables.
Pedimos OPOSICION REAL no chuchos, no dinosaurios, quizá sólo así el voto nulo se convierta en un voto para ellos ¿que no se dan cuenta?
No ir a votar es, al fin de cuentas, dejar a otros la participación que nos toca, mejor anular que no votar.
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