Mi historia, así como la de todos, se ha ido construyendo con los materiales que la propia vida nos da o en su caso nos permite. Reflexionando sobre mi próxima entrada a los años treinta, tiendo a recordar sensaciones, pensamientos e ideas que alguna vez tuve y me hicieron tomar decisiones que determinaron toda mi vida, éstos han sido eventos, libros, amigos, accidentes, desgracias, alegrías y decepciones. Al igual que todas las personas, uno se siente especial, diferente, único, y creo que así es, sin embargo algo que sí es único e inigualable (más que el pensamiento o los gustos) es el “soundtrack” de nuestra vida. Mi historia a través de la música la escribió principalmente un grupo, que actualmente ya no está en activo y ni siquiera sobreviven todos sus integrantes, hablo de "The Beatles".
Todo comenzó por mi padre, él ha sido un melómano toda su vida, mi madre me dice que siempre ha sido "adicto a la música" desde que lo conoció y no ha cambiado, él perteneció a la generación del México 68', de la liberación sexual, de la época en que la juventud desarrolló una personalidad propia y donde la música generaba movimientos sociales y culturales. Al ser yo su primogénito, muchas veces él trataba de adentrarme a la música, claro, siempre me dio libertad de escoger lo que a mí me gustara, nunca me impuso su gusto musical o siquiera me ponía a oír un disco obligatoriamente, de hecho mi primer disco, lo recuerdo, fue el "Thriller" de Michael Jackson (1982) que me compró un día cuando yo era un peque de tres años y que le gustaba bailar como ese morenazo. El tiempo pasó y mis gustos e historia eran paralelos, la canción "Words" de F.R. David es otra que tengo clavada en mi mente y corazón en los días de mi niñez, cada vez que la oigo en el radio, espontáneamente me viajo a las tardes-noches a lado de mi padre y su "consola" oyendo sus discos de 45 rpm. De mi madre, el legado musical fueron las baladas, los "tríos voces y guitarras" y las rancheras, eran evidentes las diferencias abismales entre los gustos de mi madre y mi padre (y aún lo siguen siendo, aunque mi padre se ha ablandado con los años).
En mi niñez (los años de la primaria) llegué a gustos bastante moldeados por los medios, grupos como "Garibaldi", "Vanilla Ice", "M.C. Hammer", "Locomía", "Caló", etc. y estaciones de radio como "Estéreo 102", "Noventa y siete siete" y "Radio Éxitos" eran mis favoritas ya que pasaban esa música "dance" y pop que tanto me gustaba, con grupos como "Ace of Base", "Milli Vanilli" y demás con los éxitos dance-pop del momento. Mi salida de sexto, grabada en video muestran esa época, ese soundtrack que lideraban estos grupos, recordando a mis primeros amores como Luna y otra chica llamada Amor que nunca se me hizo siquiera hablarles sobre mis sentimientos, de mis bailes enfrente del salón estilo MC Hammer y Vanilla Ice, mi sobrepeso evidente seguramente me hacía verme bien cajeto y mi primer acercamiento al sexo opuesto por medio del baile (siempre fui bailarín), mi primer bofetada por parte de Rosario; el saldo, en serio, fue bueno y quizá no me tocaba tener aún experiencias amorosas, eso sí, supe lo que es una decepción y no lo olvidaría desde entonces. Mis acercamientos al rock, por parte de mi padre fueron infructuosos, los grupos que me gustaban sólo eran "The Turtles" y un disco de color dorado y negro con un grupo que se hacía llamar "The Britins" cantando rolas pegajosas (tiempo después me dí cuenta que era un grupo tocando covers de The Beatles).
MC Hammer - You can't touch this - Mis lonjas brincaban de lo lindo
Al llegar a la secundaria y por influencias de mis amigos, me adentré al mundo del "rock urbano", con "El Haragán y Cía.", "Liran' Roll", "Sam Sam", "Nopallica", "Vago", etc. Éstos grupos fueron bastante importantes para mí en esos días de secundaria, recuerdo a Ray, Pepe (Alias el Venas), Marco Antonio (alias el Tablita mi’jo) y Adrián (alias Mayini) con los que tuve la fortuna de andar de allá para acá , aprendiendo cosas del amor, mujeres (niñas en realidad) y sobre todo de la hormona y sus efectos (al salir de la secundaria 4 de mis compañeras salieron embarazadas). Cantar la canción “Haragán” del grupo homónimo enfrente del grupo de 2º -E junto con Ray y como resultado recibir aplausos, fue uno de los momentos más “rockstar” que tuve en ese entonces”, oír el disco “¿Dónde jugarán los niños?” de Maná mientras preparábamos el escenario para una obra de teatro para la materia de español y yo, a su vez, contemplaba la belleza de Concepción (mi amor de secundaria) y primer novia Express. Recuerdo a un compañero, al que siempre le tirábamos pal pedo, aunque no se dejaba siempre lo hacíamos llorar, niño nerdoso, abanderado de la escolta y bien wey le encantaba Michael Jackson (cosa que de alguna forma nos hizo un poco más cercanos, aunque el "Babis" nunca tuvo más que un cuatito que actualmente es un trasvesti), el disco "Dangerous" del actual pederasta es una belleza, y en ese entonces el cassette que me regaló mi padre de cumpleaños lo oía todas las tardes y en mi "walkman". Un día el "Babis" comenzó a "bailar" enfrente del salón (obvio no había maestro) haciendo pasos de MJ, como el moonwalk y otros que, bueno, el buen "Babis" era un wey más alto que yo, más gordito y blanco-pecoso, es decir, la imágen era cagada y bien manchada por que todos le decían que siguiera bailando nada más para miarse de la risa, entonces de la nada mis amigos me empujan y piden un duelo de baile, a lo que por el desmadre accedí, ya no estaba tan marranito como en la primaria, pero seguía (y sigo) siendo un cuate corpulento; bueno, las imágenes de los bailes del "maicol" debieron ser hilarantes para todos, al final la mayoría (por que "el Babis" no le caía bien a todos) me aplaudió a mí haciendome "ganador" del duelo, cosa que le encabronó sobremanera a mi contrincante.
Tiempo después, en tercer año recuerdo a los Gun’s con “November Rain” y recordar la vez que Concepción ya no quiso aceptarme de nuevo, “Whats up” de 4-Non-Blondes y ver a las chicas llorar sin saber en realidad lo que decía esa canción en una fiesta que fue mi primera peda y mi salida y fiesta de secundaria con salsa y sobre todo con rock urbano, fue lo que marcaría mi vida en lo subsecuente, claro, hasta que llegué al Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Vallejo, donde mi vida tomaría un rumbo diferente.
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