Recordemos, el domingo 2 de julio del 2006 se elegía al presidente federal y a los diputados y senadores de la cámara baja y alta; además de la elección a nivel federal, en la misma jornada se realizaron elecciones locales en nueve estados del país.
Los resultados obtenidos de una concurrida asistencia al voto fueron los siguientes:
Felipe de Jesús Calderón Hinojosa - 15,000,284 votos - 35.89%
Roberto Madrazo Pintado - 9,301,441 - 22.26%
Andrés Manuel López Obrador - 35.31%
Los otros - 1,530,654 votos - 4.66%
Nulos - 904,604 - 2.16%
Lo que pasó después fue un verdadero DESMADRE, el IFE no pudo (o no quiso) realizar un proceso de elecciones creíble, ya que las intromisiones de Vicente Fox, las de los empresarios, la de el SNTE y Elba E. Gordillo, los bejaranistas, las televisoras y demás seres repugnantes que ensuciaron estas elecciones.
El actuar de las autoridades, acerca de la veracidad de la información del proceso dejó mucho que desear, el papel raro del TRIFE en decir "se violó, pero poquito" la ley electoral y por ello aprobó totalmente el proceso electoral.
Las protestas, las pruebas pocas y no muy contundentes sobre un fraude electoral, cerrando Reforma y creando caos y desestabilidad causaron división en el país. Las acciones, a mi juicio, precipitadas y poco estratégicas de AMLO, no le permitieron seguir como el líder que se necesita en un país necesitado de guía. Perdió popularidad y mucho del apoyo, lo cual fue más fácil para sus enemigos el "cuasi-destruirlo" y deslegitimar su movimiento.
Algunos libros se han escrito al respecto, el mejor, si duda es el de José Antonio Crespo, 2006 hablan las actas, que nos aclara el turbio proceso electoral del cual destaca este hecho que no quieren (¿quienes? muchos de los que acabo de mencionar) que conozcas.
El tribunal, con las intervenciones ilegales de los mencionados con anterioridad, tenía la obligación de anular las elecciones, ya que un gran, pero gran, número de actas de escrutinio y cómputo (entre 800,000 y 2 millones) tenían errores de conteo lo que afectaba considerablemente (y por lo cerrada) la elección. A lo que el tribunal sólo atinó a decir que esos errores eran menores y no afectaban la elección, eso es mentira, por que al abrir las actas, en la mitad de los distritos la diferencia entre Calderón y López Obrador oscilaba los 233 mil votos. Crespo demuestra que los errores oscilaron los 300 mil votos, razón de peso para la nulidad de la elección.
No hay pasiones por partidos ni por personas, sólo los hechos y el estudio académico. La conclusión, esas elecciones debieron anularse. Punto.
El resto es historia y ahora el domingo se votará, ¿por quieneS? ya no importa, por que si no es por movimientos más radicales, el país seguirá exactamente igual.